Transporte, un problema sin solución

Las Yutong alivio la situación del transporte en Cuba,
pero no es suficiente

Hablar sobre el tema del transporte en Cuba seria como tocarle la llaga más dolorosa al enfermo y es que la situación desastrosa en que se encuentra este sector no viene de ahora, cuando han empeorado los indicadores de todo tipo en la isla, sino que provienen de mucho antes, incluso antes del llamado “Periodo Especial” en el año 1991.

Ya por esos años con notables excepciones casi todas las rutas de la capital – pues la situación en la demás provincias era por decirlo de alguna forma catastrófico – estaban sumidas en la ineficiencia con horarios inestables que no satisfacían la demanda de la población aunque es justo reconocer que existían otras vías alternativas que facilitaban la transportación a precios módicos.

Con la llegada del año 1991 y en los sucesivos años la situación gradualmente se ha ido deteriorando al extremo de llegar a estar sin pasar un ómnibus por varias horas, obligando a los pasajeros a recorrer varios kilómetros a pie para llegar a sus destinos o desembolsar altas sumas de dinero en los carros particulares que comenzaron a prestar el servicio de alquiles y que son conocido como “boteros”.

La llegada de los ómnibus Mercedes Benz y Yutong significó un alivio temporal a la crisis y por supuesto el incumplimiento por parte de las autoridades cubanas del contrato y la suspensión unilateral de los pagos a los proveedores – que llegaron a acumular millones de dólares – sumados a la falta de cuidado, las indisciplinas sociales y la no planificación de las piezas de repuestos redundaron en la destrucción de los mismos.

Aunque en los últimos años se incrementó en varios cientos de miles los pasajeros transportado las paradas son un hervidero de personas – fundamentalmente en los horarios picos – los que en no pocas ocasiones deben permanecer por horas hasta lograr abordar algún transporte casi siempre atestado que los lleve o regrese según sea el caso.